Según Ramos Mejía:
- la multitud es un ser relativamente provisional, constituido de elementos heterogéneos en cierto sentido, que por un instante se sueldan, como las células cuando constituyen un cuerpo vivo y forman al reunirse un ser nuevo y distinto.
- por la sola circunstancia de formar parte de aquellas, el hombre desciende, a veces, muchos grados en la escala de la civilización (...) es puro instinto, impulso vivo y agresivo, casi animalidad; por eso es, en ocasiones, generoso y heroico, pero más a menudo brutal y sensitivo.
- el verdadero hombre de la multitud ha sido entre nosotros el individuo humilde, de conciencia equívoca, e inteligencia vaga y poco aguda, de sistema nervioso relativamente rudimentario e ineducado, que percibe por el sentimiento, que piensa con el corazón y a menudo con el vientre.
- es siempre protestante contra toda autoridad, es heterodoxo político y religioso a su modo, es sin variar independiente e insurrecto.
A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, es interesante el análisis que hace Ramos Mejía en Las multitudes argentinas (1899) acerca de la multitud como fenómeno social. También del comportamiento que asume cada uno de sus componentes. Hay algunos grandes aciertos, teniendo siempre en cuenta que es un análisis hiper-conserva en lo que respecta a varias cuestiones (respecto a la raza, la idea de clase social como determinante de las facultades mentales y físicas, antinomia civilización y barbarie, entre otras). Concluye que, a pesar de ser peligrosa -hay que tener en cuenta que escribe en la cercanía al rosismo-, la multitud es el motor del cambio social.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Justo estoy leyendo material de multitudes y masas
pensé que veía a las personas como una gran masa pero luego de trabajar en uno de los restaurantes en buenos aires mas grandes que hay me di cuenta que realmente hay millones de personas por segundo en cada uno de los lugares.
sino parensé en la 9 de julio al mediodía y vean lo que digo.. somos un simple punto en un lugar inmenso
Publicar un comentario