Deberíamos llegar al mundo muriendo, viendo la luz pero yendo hacia atrás...y así ese trauma está superado. Entonces te despertás en un geriátrico y cada día que pasa vas mejorando un poco y te sentís cada vez mejor. Al final, te echan del geriátrico porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión.
Vivís de arriba un tiempo, hasta que hay que ir al trabajo: en tu primer día te dan un reloj de oro. Trabajas 40 años hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, chupás cerveza , tenés sexo sin preocupaciones y mientras tanto te preparás para empezar a estudiar. Luego empiezas el cole, y a los seis meses te tomás un descanso de dos semanas en Bariloche, con todos tus amigos.
Te pasás los años siguientes jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Entonces, a descansar, total, te cuidan, te miman, te dan de comer rico y te atienden como un rey. Y los últimos 9 meses los pasas chupandote el pulgar y flotando tranquilo, con calefacción central, room service...y al final abandonas este mundo en un orgasmo!
(recibido x mail)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
es como la última novela de Mairal, "El año del desierto", saludos
Esto lo leí una vez en un mail que me mandaron, otra en un especial sobre Quino que quizás sacó la Nación hace muchos años, con motivo de quien sabe que aniversario. Hace poco escuché al duende Wainraich charloteando sobre la verosimitud de este viaje a la semilla, en su programita en radio Metro. Ahora me lo encuentro acá! Sigue siendo tan lindo como la primera vez!! Saludos grandes!!
Está muy bueno, pero me trauma pensar el momento en que te meten adentro del útero y te cosen quizás el cordón umbilical, puaj!
Publicar un comentario