lunes, 20 de octubre de 2008

el nuevo gran marín


En una de las mesas del "sector fumador" de ese café, yo esperaba. Al lado mío había dos chicos que hablaban. Uno estaba vestido de blanco, probablemente era un estudiante de medicina o de una carrera similar. Parecía simpático, algo superficial quizás, se reía todo el tiempo con un aire infantil en la gestualidad. El otro, el que fumaba, tenía pantalón negro y camisa estampada, un porte solemne, media barba, angosto de espaldas y flaco. Por lo que alcancé a escuchar, se estaban conociendo recién (¿y vos que hacés?, ¿te gusta ir al cine?, etc, etc) Me imaginé que las opciones eran que se contactaron en un chat, los presentó un amigo o se encontraron en un boliche y curtieron. La verdad es que tenían muy pocas cosas en común. La remaron un rato y después se fueron juntos. Pensé: qué complicadas somos las mujeres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te creas. Ellos curten como si nada, sí, pero para otras cuestiones son rebuscados también.