lunes, 2 de marzo de 2009
El humor semiótico de Fontanarrosa
El uso de la palabra MIERDA, es una cuestión de educación.
Nadie puede negar que la usamos para múltiples circunstancias relacionadas con muchísimas cosas, por ejemplo:
Ubicación geográfica: Andáte a la mierda.
Adjetivo calificativo: Sos una mierda.
Momento de escepticismo: No te creo una mierda.
Deseo de venganza: Lo voy a hacer mierda.
Accidente: Se hizo mierda.
Efecto visual: No se ve una mierda.
Sensación olfatoria: Huele a mierda.
Deseo al despedirnos: ¡Váyanse a la mierda!
Especulación del conocimiento: ¿Qué mierda es ésto?
Momento de sorpresa: ¡¡¡A LA MIERDA!!!
Actitud de resentimiento: No me regaló una mierda.
Sensación gustativa: Esto tiene gusto a mierda.
Acto de impotencia: ¡No se me para esta mierda!
Deseo de ánimo: ¡Apuráte con esa mierda!
Situación de desorden: Todo está hecho una mierda.
Rechazo despectivo: ¿Qué se cree la mierda ésa?
Situación alquimista: Todo lo que toca se vuelve mierda.
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3 comentarios:
una mierda la distancia. te extraño.
Mierda... me encantó tu blog... no sé cómo llegué a él, pero aquí estoy, leyéndolo...
Pero ke buena mierda!!!
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