viernes, 25 de julio de 2008

guerra y paz


Nos juntamos en el café La Paz para debatir de la política actual argentina. Vicente Massot se sentó en frente mío. Llevaba traje y tenía aspecto de gentleman prolijo. Pidió un chocolate caliente. Hablaba pausado, me miraba a los ojos con una mirada azul cristalina. Yo estaba algo asustada. Había investigado sobre él y, a excepción de algunos artículos interesantes, me había topado con muchas opiniones desfavorables. Aparecieron adjetivos como “ultra derecha”, “procesista”. Él dirige el diario La Nueva Provincia, el cual, según lo que leí, apoyaba el exterminio de la dictadura. Además, fue viceministro de Defensa de Carlos Menem, cargo al cual debió renunciar por reivindicar la tortura.

Quizás porque uno espera que el imaginario coincida con la realidad, me esperaba que tuviera otro aspecto. Pero no, es un lindo tipo, de sonrisa amplia, contagiosa. También su discurso está bien armado, es seductor. Su análisis de la realidad es increíblemente lúcido. No hay dudas de que sabe mucho de historia argentina. Casi diría que me cayó bien, lo cual me aterra. Pienso en otro “cara de ángel”, que sabe ocultar perfectamente que cree en la tortura y la desaparición como estrategias políticas a gran escala. El debate fue amable, casi demasiado. Nos saludamos con un correcto beso en la mejilla cuando él se tuvo que ir. Me dejó con una sensación extraña como si, en el fondo, ya hubiese puesto la otra mejilla.

4 comentarios:

Molina dijo...

No entiendo. Se juntaron él y vos a solas? o era un debate público?
En el primero de los casos, cómo llegaste a algo así?
O se trata de un sueño (de una pesadilla)?
El aspecto de garca que tiene es bastante impresionante, no? Aunque no es nada al lado de lo dañino e hijo de puta que es en realidad.

Un beso, Sol.

sol dijo...

Nos juntamos 6 personas.
Ojo, siempre es interesante escuchar el otro punto de vista - cuando viene en forma de palabras -. Pero a veces, en casos así, a uno le cuesta...

Molina dijo...

Esta es la editorial que escribió ayer Masot para LNP.
Hace apología del genocidio, pero aun así es una de las más livianitas de todas.
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/27/07/2008/87r151.html

sol dijo...

qué zarpe.