El otro día escuché que dos chicos hablaban en un bar. Decían que el talento aparecía alrededor de los dieciocho y moría a los veinticuatro. Después de eso era tarde, uno entraba en el sistema y no hacía más que reproducirlo. Ni un solo pensamiento original podía surgir a partir de ese momento. Se sentaban y fumaban. Martí, repetían y daban una pitada. Morir joven, decían y concordaban en el top five de próceres: el Che, Kurt Cobain; los oí decir antes de sentir náuseas. Yo tengo veinticinco y quería cagarlos a trompadas. En mi cabeza Sofía decía que quería morir antes de los treinta.
- Quiero que me salga sangre por la boca – me dijo en un recreo
Para ella el simple hecho de morir era heroico. Lo peor de todo es que yo asentí. Me imaginé un hilito rojo escurriéndose por sus labios y pensé que era hermoso.
- Quiero que me salga sangre por la boca – me dijo en un recreo
Para ella el simple hecho de morir era heroico. Lo peor de todo es que yo asentí. Me imaginé un hilito rojo escurriéndose por sus labios y pensé que era hermoso.
4 comentarios:
en realidad... pobres..., ellos obedecen el sistema, lamentablemente los adolescentes son cada vez más permeables y menos rebeldes a las órdenes del sistema: una vida corta permite desarrollos intelectuales, emocionales cortos, acotados.
Sólo una experiencia estridente, a mil por hora, que también tiene su belleza, pero creo yo, vale la pena, estetizarla en el recuerdo cuando otras experiencias más densas, más oscuras se avecinan...
ah, para mí eran los 27. la edad tope para ser una rockstar o morir en el intento. por suerte las poéticas de la resistencia ya pasaron.
besos soli linda!
Eso es resistir! Bien ahí, Noe, banco lo dicho.
Volvé, nena, se te extraña, ¿cuándo salen unos mates -o vino, depende de la hora-?
Un abrazo
Marce
es que estoy muy vieja!!! jaja
gracias Marce
capaz que el martes próxima unos mates, sí sí.
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