sábado, 9 de agosto de 2008

cuarta dimensión


Ahí van a parar las medias sueltas y todo lo que desaparece. Por ejemplo, un día estaba en la cocina y se me cayó la tapita de una coca-cola. Estuve media hora buscándola, y nada. Se fue. Pasaron tres semanas de eso.

5 comentarios:

Alejandro Hosne dijo...

Es verdad, las cosas se caen y no las encontramos. La diferencia entre una tapita, por ejemplo, y la esperanza, es que la esperanza al caer no hace ruido. O sí, pero retumba como terremoto al otro lado del oído, donde ya la audición es medio deficiente. Por eso mejor, si podés y querés, revisá de vez en cuando ese hueco a ver si encontrás la tapita...

jonas dijo...

lo de las medias sueltas me hace acordar a un capitulo de red y stimpy ( ahora es retro pero en su momento estuvo en la cresta de la ola ) en el que la extraña pareja estaba extraviada en un planeta y encontraban una montaña hecha, construida, constituida por las medias izquierdas que se perdían.

hay cosas que nadie sabe a donde van...

salutt.

Nadia Navarro dijo...

¡El lavarropas es el culpable!
Él se come las medias, estoy segura.

Y con respecto a las tapas de las botellas y demás cosas que no se ponen adentro del lavarropas, no sé, pero seguro que las cocinas de las casas son las habitaciones con más alta probabilidad de pérdida instantánea de objetos. Son espacios habitables con magnetismos análogos -y, probablemente, en conección- con el triángulo de las Bermudas.

Sí, sí.
La dimensión desconocida está más cerca de lo que pensamos! Los archivos X son un poroto al lado de estas experiencias irresueltas... ja.

Anónimo dijo...

jaja. Yo me acuerdo de un capítulo de los Simpson en el que Homero se mete detrás de la heladera y entra en lo que para ellos es "la tercera dimensión"

El Vasco dijo...

Yo conozco a varios padres que salieron a buscar puchos y todavia los estan esperando...