lunes, 3 de noviembre de 2008

everybody hurts


Un notablemente viejo Michael Stipe, pero con la misma voz increible, vacila sobre el escenario del Personal Fest. Da unos pasos y se acerca a la valla, extiende las manos. Algunos fans y pseudo-fans lo toquetean. En la pantalla gigante se reproduce la escena en detalle: manos anónimas posadas sobre el cantante de R.E.M, a punto de desprenderle el saco. De vez en cuando una, más osada, le toca la pelada. Michael sigue cantando hasta casi agotar el tema y vuelve al escenario. Suenan los últimos acordes, se apagan las luces y se oye - Oh, shit, my watch! -

5 comentarios:

miss banfield dijo...

Hola Sol no encuentro tu mail querés leer poemas el 21/11 en Cobra Libros? Noelia. Escribime!!!

besos

pd yo también fui!!!

C.E dijo...

Gran recital, me gustó cómo la gente le tocaba la cabeza calva, como si fuera un amuleto de la suerte. Se la bancó como rey del escenario. Me gustó.

Besos...

Anónimo dijo...

a full, me gustó la parte en la que se puso a escribir en un papel.

Martín dijo...

Yo también fui y estuvo impecable! Me guardo la imagen de Stipe bailando delante de la pantalla... abrazo!

pd: no nos damos cuenta, pero los cantantes no son los únicos que se van poniendo viejitos...

C.E dijo...

Me olvidé de agregar: vos decís lo del reloj, je, y un amigo me dijo, cuando Stipe aclaró "People look good": está más tranquilo ahora que vio que los morochos argentinos somos inofensivos.